Como muchos ya saben, el primer trimestre del 2022 marco un antes y un después en el mundo, luego de muchas amenazas, el 24 de febrero de 2024, Vladimir Putin anunció su famosa “operación militar especial”, una invasión gigantesca, con tropas por el este (Donbás), por el norte desde Bielorrusia y el sur (Crimea), además de bombardeos a ciudades como Járkiv, Mariúpol y la capital Kyiv.
Si bien desde el 2014 ya existía un conflicto gracias a la anexión ilegal y por la fuerza de Crimea (territorio ucraniano) por parte de Rusia; Putin ahora decidió ir a por todas y lanzó un ataque a gran escala, una invasión que lleva actualmente 3 años y que aún el valiente pueblo ucraniano sigue resistiendo.
Vladimir Putin basa su irracional ataque al acercamiento de Ucrania a Europa y la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), ya que siempre ha visto a la OTAN como una amenaza directa a su seguridad (nada más alejado de la realidad), lo único que amenaza la OTAN es su hambre de expansión territorial.
En la actualidad han muerto alrededor de 223 mil personas, entre civiles y militares (seres humanos por igual), pero existe algo aterrador y grave en cuanto a los civiles en Rusia han muerto 394 civiles aproximadamente, mientras que en Ucrania han muerto 13.341 civiles aproximadamente, la diferencia entre ambos es abismal, con ello podemos ver la crueldad del Kremlin y la poca humanidad de Vladimir Putin.
Rusia en su voraz y segada ambición, ha lanzado más de 10.000 misiles en contra de Ucrania, cifra dada por el presidente de Ucrania Zelensky apenas en agosto del año pasado, de los cuales han podido interceptar alrededor de 1.800 aproximadamente, por lo que el pueblo ucraniano esta siendo masacrado sin descanso.
Este conflicto les ha abierto un poco los ojos a Europa, donde se han dado cuenta de la importancia de estar unidos, cohesionados, preparados y fuertes, como también la importancia de Ucrania para la región y el mundo (solo queda que realmente se aboquen a ello).
Todos ellos han resistido con valentía la ferocidad Rusa, un pueblo muy golpeado durante toda su historia, pero que están formando identidad y amor por su tierra, como también por las buenas costumbres y la libertad.
Han sabido defenderse con lo poco que tienen, y han demostrado una capacidad de ingenio abismal, desde la creación de drones eficaces a muy bajo presupuesto, como programas con inteligencia artificial que permiten burlar a los enemigos y asestar golpes precisos y necesarios para su subsistencia y defensa, como por ejemplo la “Operación Telaraña” el pasado Junio, donde pudieron destruir armamento estratégico Ruso usado para atacar Ucrania.
Putin no descansará hasta ver a Ucrania en las cenizas y anexada, poniendo en peligro al resto de países como Letonia, Georgia, Finlandia, Polonia, y un largo etcétera; es por ello la importancia que los países occidentales y del mundo libre se unifiquen en contra de esta amenaza.
Los ucranianos son un faro de luz para el mundo libre, inspiración para aquellos que hoy se ven amenazados por pretensiones similares a las rusas, como por ejemplo los taiwaneses y la pretensión China.
Le pido a Dios que este conflicto acabe, a los que me leen, que apoyen la causa justa de Ucrania que es su defensa, y a los ucranianos que Dios los bendiga y que sigan resistiendo.