El Cooperante – Caracas, 18 de Noviembre del 2025. El plan del gobierno de Donald Trump para garantizar la seguridad y la gobernanza de Gaza obtuvo en las últimas horas un amplio respaldo en el Consejo de Seguridad de la ONU, un paso decisivo que otorga legitimidad internacional a los esfuerzos de Estados Unidos por encaminar al devastado enclave hacia la estabilidad después de dos años de guerra.
La resolución, presentada por Washington, autoriza el despliegue de una fuerza internacional de estabilización encargada de brindar seguridad en Gaza, establece una autoridad transitoria supervisada por el presidente Trump y mantiene abierta la posibilidad de un futuro Estado palestino independiente.
“Esto pasará a la historia como una de las mayores aprobaciones de las Naciones Unidas. Conducirá a una mayor paz en todo el mundo y es un momento de verdaderas proporciones históricas”, celebró Trump en sus redes sociales.
La votación respalda el plan de 20 puntos propuesto por Estados Unidos y consolida el frágil alto el fuego que Washington, junto a sus aliados, logró negociar. El paso constituye un avance clave en la definición del futuro de Gaza tras la guerra entre Israel y Hamás, que destruyó gran parte del territorio y dejó decenas de miles de muertos.
El plan contempla la creación de una Junta de Paz, aún por conformarse, que actuará como autoridad transitoria bajo la presidencia de Trump. Además, otorga un mandato amplio a la fuerza internacional de estabilización, que deberá vigilar las fronteras, garantizar la seguridad interna y avanzar en la desmilitarización del territorio. Tanto la junta como la misión internacional tendrán autorización hasta finales de 2027.
Aunque varios países árabes y musulmanes habían insistido en que la aprobación de la ONU era indispensable para participar en la fuerza internacional, el plan no estuvo exento de objeciones. Hamás rechazó la resolución y aseguró que no responde a las “demandas y derechos políticos y humanitarios del pueblo palestino”.
Rusia y China se abstuvieron. Moscú, que había impulsado una propuesta alternativa, evitó ejercer su veto en una votación que terminó 13-0.
El embajador estadounidense ante la ONU, Mike Waltz, afirmó que la resolución representa “otro paso significativo hacia una Gaza estable y próspera, y un entorno en el que Israel pueda vivir con seguridad”.
Las negociaciones se extendieron por casi dos semanas, durante las cuales países árabes y representantes palestinos presionaron para reforzar el lenguaje en favor de la autodeterminación palestina. Aun así, el texto final no fija un calendario ni garantías formales para un Estado independiente: solo señala que podría ser posible cuando avance la reconstrucción de Gaza y se concreten reformas en la Autoridad Palestina.
Estados Unidos revisó el borrador e incorporó la frase de que, cumplidos esos pasos, “podrían darse las condiciones para una vía creíble hacia la autodeterminación y la creación de un Estado palestino”. El texto también indica que Washington establecerá un diálogo entre palestinos e israelíes para acordar un horizonte político de coexistencia pacífica.
La postura de Israel sigue siendo un punto de fricción. El primer ministro Benjamin Netanyahu reiteró su rechazo a un Estado palestino, una postura que sus aliados de línea dura también han manifestado. A pesar de ello, el embajador israelí Danny Danon agradeció a Trump por “liderar la paz en Oriente Medio”.
El apoyo de países árabes y musulmanes —como Qatar, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Indonesia, Pakistán, Jordania y Turquía— fue determinante. En un comunicado conjunto difundido el viernes, estas naciones pidieron la “aprobación rápida” de la propuesta estadounidense.
Rusia justificó su abstención alegando que la resolución no otorga un rol central al Consejo de Seguridad ni respalda de manera contundente la creación de un Estado palestino.
La resolución busca apuntalar las posibilidades de mantener el frágil alto el fuego. El conflicto comenzó el 7 de octubre de 2023, cuando un ataque sorpresa de Hamás contra el sur de Israel dejó unos 1,200 muertos. La ofensiva israelí posterior ha causado más de 69,000 muertes palestinas, según el Ministerio de Salud de Gaza.
El plan estadounidense instruye que la fuerza internacional supervise la desmilitarización del territorio y el desmantelamiento de armas de grupos armados no estatales. Hamás criticó esta disposición, afirmando que convierte a la fuerza en parte del conflicto y le resta neutralidad.
La misión estará autorizada a “usar todas las medidas necesarias” para ejecutar su mandato, según el lenguaje habitual de la ONU para permitir el uso de fuerza militar bajo estándares legales internacionales.
La resolución establece que las tropas internacionales coordinarán con una fuerza policial palestina previamente capacitada, ayudarán en el control fronterizo y cooperarán con Egipto e Israel para garantizar el flujo de ayuda humanitaria. A medida que la fuerza internacional asuma el control del territorio, las tropas israelíes se retirarán siguiendo estándares, hitos y plazos vinculados a la desmilitarización, los cuales deberán acordarse entre Israel, la fuerza internacional, Estados Unidos y los países garantes del alto el fuego.
Trump anunció que en las próximas semanas se darán a conocer los integrantes de la Junta de Paz, además de “más anuncios importantes”.
AP