Astrónomos de todo el mundo han confirmado que un visitante celestial extremadamente raro está recorriendo nuestro sistema solar. Se trata de un cometa procedente de más allá del vecindario espacial en el que se encuentra la Tierra y que fue nombrado oficialmente como 3I/ATLAS.
Este objeto interestelar es solo el tercero de su tipo observado hasta ahora, siguiendo los pasos del famoso 1I/ʻOumuamua en 2017 y 2I/Borisov en 2019.
El astrónomo de la Universidad de Oxford, Matthew Hopkins, presentó este viernes en la reunión anual de la Royal Astronomical Society en Durham los resultados de sus análisis sobre este curioso forastero, sugiriendo que podría ser el cometa más antiguo jamás observado, posiblemente anterior a nuestro sistema solar por más de tres mil millones de años.
Este cuerpo espacial, rico en hielo de agua, podría tener más de siete mil millones de años, de acuerdo con Hopkins, y ya es considerado por mucho como el visitante interestelar más notable observado hasta la fecha.
“A diferencia de los dos objetos anteriores que ingresaron a nuestro sistema solar desde otros lugares del cosmos, 3I/ATLAS parece estar viajando en un camino empinado a través de la galaxia, con una trayectoria que sugiere su origen en el «disco grueso» de la Vía Láctea, una población de estrellas antiguas que orbitan por encima y por debajo del plano delgado donde residen el Sol y la mayoría de las estrellas”, reportó la Royal Astronomical Society.
El cometa fue avistado por primera vez el 1 de julio de 2025 por el telescopio del sistema ATLAS en Río Hurtado, Chile. Su trayectoria inusual generó sospechas inmediatas sobre su origen interestelar, lo cual fue confirmado posteriormente por astrónomos de diferentes países. Así, se le otorgó la designación formal de 3I/ATLAS, indicando su estatus como el tercer objeto interestelar conocido.
Según la Agencia Espacial Europea (ESA), 3I/ATLAS se encuentra actualmente aproximadamente a 670 millones de kilómetros del Sol y se espera que alcance su punto más cercano a finales de octubre de 2025, pasando justo dentro de la órbita de Marte.
Con un tamaño estimado de hasta 20 kilómetros de ancho y viajando a una velocidad de más de 210.000 kilómetros por hora, este cometa no representa ningún peligro para la Tierra, pues su distancia mínima respecto al planeta será de 240 millones de kilómetros, más de 1,5 veces la distancia a la que está el Sol.
La ESA resalta que un detalle fascinante de 3I/ATLAS es que se trata de un cometa activo. Si se calienta lo suficiente al acercarse al Sol, podría comenzar a sublimar, transformando gases congelados directamente en vapor y liberando partículas de polvo y hielo al espacio, formando una coma y una cola brillantes.
Sin embargo, para cuando el cometa alcance su punto más cercano a la Tierra, estará oculto tras el Sol, y se espera que reaparezca a principios de diciembre, ofreciendo a los astrónomos otra oportunidad para su estudio.