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El Nacional: Activistas en Venezuela intentan defender los derechos LGBTIQ+ en un entorno de hostilidad y negación

En un país carente de democracia y de garantías constitucionales, personas de la sexodiversidad exigen el fin de la homofobia de Estado y de la criminalización

El Nacional – Caracas, 31 de Agosto del 2023. Organizaciones no gubernamentales y activistas intentan defender los derechos humanos de las personas LGBTIQ+ en Venezuela en un entorno de hostilidad y dificultades. La importancia de que funcionen ONG como estas, en un país que carece de garantías constitucionales y democráticas, se demostró con la detención de 33 hombres en un local privado en Valencia a finales de julio.

Luego de intensas semanas de protestas, movilizaciones y reclamos, el caso terminó con el sobreseimiento para 30 de ellos. Pero todos, víctimas de un procedimiento injusto, ya habían quedado expuestos y sufrido vejaciones por parte de las autoridades, según sus denuncias. Aún así, no está claro si se iniciará una investigación contra los funcionarios policiales y judiciales que estuvieron involucrados o si se establecerán responsabilidades o sanciones. La exigencia, ahora, es la liberación de otros 3 hombres.

Lo que hicieron las ONG y los activistas LGBTIQ+ por este caso, que provocó la reacción de organizaciones internacionales, resultó en un ejemplo de unidad en la lucha por los derechos humanos, no solo en Venezuela. Así lo afirmó el activista Geo Pérez, fundador de Okay,no, una organización que funciona en el estado Zulia desde hace dos años.

«Alzamos la voz contra las detenciones arbitrarias y la estigmatización. Esto demuestra que podemos lograr un impacto significativo en la conciencia pública y en la lucha por la justicia», afirmó el joven, que reconoció que se trata de un logro simbólico porque el problema de fondo sigue: la homofobia de Estado.

«La realidad es que esos logros no trascienden en autoritarismo. Sin duda, se demostró mucha unión, pero no es suficiente. Las actuaciones de las autoridades y su aparente falta de interés reflejan claramente el largo camino que queda por recorrer. La homofobia de Estado persiste y es fundamental que mantengamos la presión para lograr un cambio real en políticas públicas y actitudes gubernamentales», manifestó Pérez.

Los activistas pueden, a pesar de las diferencias dentro del movimiento,ponerse de acuerdo cuando ocurren hechos que vulneran los derechos de las personas que forman parte de la población sexodiversas, reconoció el abogado Jeffrey Materano, miembro del Observatorio Venezolano de Violencias LGBTIQ+.

«Queda en evidencia la política de criminalización por parte del Estado hacia los grupos que simplemente exigen el reconocimiento de derechos humanos y que nunca se trata de querer imponerse, sino de buscar igualdad, que es nuestro discurso bandera», afirmó.

En un contexto con muchos obstáculos

Quiteria Franco, coordinadora de Unión Afirmativa, destacó que el contexto en el que se están haciendo el activismo y la protesta en Venezuela es duro, con pocas características democráticas y muchos obstáculos para quienes desean defender derechos humanos, agregó la investigadora.

Dijo que son varias las trabas que el régimen socialista ha interpuesto para impedir el activismo y la defensa de los derechos humanos en Venezuela. Señaló desde el aspecto legal para el registro de las ONG, la actualización de sus juntas directivas, la gran cantidad de requisitos para abrir cuentas bancarias y el propio funcionamiento.

Incluso, se hace «titánico» alquilar un espacio para funcionar como organización porque los propietarios temenallanamientos, persecución y ataques contra el edificio. Además, manifestó Franco, cuando son ONG que trabajan con personas LGBTIQ+ también surgen la discriminación y el rechazo a tener un espacio frecuentado por gays, lesbianas y trans.

El poco financiamiento para las organizaciones también es otro obstáculo, sobre todo cuando se hace trabajo para la sexodiversidad y las mujeres.

«Vivimos el día a día con conciencia, responsabilidad y empatía. Justamente, tomando en cuenta que no hay muchas vías ni recursos y, debido a esto, tenemos que ser lo más eficientes posible. Por esto tratamos de adecuar los recursos a las necesidades que se nos presentan», expresó Materano.

El abogado señaló que los principales motores del activismo en el país son la creatividad, el trabajo en redes y en equipo para adaptarse a los diferentes contextos y apoyar a las personas que se encuentran en cada entorno en particular.

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