La Agencia Espacial Europea (ESA) anunció el miércoles que se avistó un objeto procedente de fuera del sistema solar que se dirige hacia el Sol y que, de confirmarse, sería el tercer visitante interestelar jamás detectado.
Richard Moissl, responsable de defensa planetaria de la ESA, indicó que el objeto, denominado por el momento como «A11pl3Z», no representa ninguna amenaza para la Tierra.
«Volará profundamente a través del sistema solar, pasando justo dentro de la órbita de Marte«, pero sin amenazar con chocar con nuestro planeta vecino, dijo.
Los astrónomos, entusiasmados, todavía están afinando sus cálculos, pero parece que el objeto se desplaza a una velocidad de hasta 60 kilómetros por segundo, lo que significaría que no está limitado por la órbita del Sol, a diferencia de los cometas, los cuales se originan dentro del sistema solar.
Su trayectoria también «significa que no orbita alrededor de nuestra estrella, sino que procede del espacio interestelar y vuela de nuevo hacia allí», explicó Moissl, quien agregó que de momento no están seguros «al cien por cien, pero cualquier otra cosa sería una sorpresa».
Se espera la confirmación oficial del Centro de Planetas Menores de la Unión Astronómica Internacional, que ha registrado más de 100 observaciones de ese elemento hasta la fecha.
Tras el descubrimiento del objeto, astrónomos de todo el mundo buscaron en los datos anteriores y rastrearon su trayectoria al menos hasta el 14 de junio.
Según Moissl, actualmente se calcula que el objeto mide entre 10 y 20 kilómetros de ancho, aunque podría ser más pequeño.
«Se hará más brillante y estará más cerca del Sol hasta finales de octubre y después seguirá siendo observable (con telescopio) hasta el año que viene», añadió.
Cabe resaltar que esta sería la tercera vez que la humanidad detecta algo procedente de las estrellas y ajeno a nuestro sistema solar.
El primero, ‘Oumuamua, fue descubierto en 2017. Era tan extraño que al menos un destacado científico llegó a estar convencido de que se trataba de una nave alienígena, aunque eso fue descartado por investigaciones posteriores.
Y más adelante, un segundo visitante interestelar, 2I/Borisov, fue avistado en 2019.
Moissl dijo que no es factible enviar una misión al espacio para interceptar el nuevo objeto, que parece estar «moviéndose considerablemente más rápido que los otros dos objetos extrasolares que descubrimos anteriormente».
Expertos han señalado que, según los modelos, podría haber hasta 10.000 objetos interestelares a la deriva por el sistema solar en un momento dado.
De ser cierto, esto sugiere que el Observatorio Vera C. Rubin de Chile, recientemente puesto en línea, pronto podría encontrar estos objetos cada mes.
Los científicos se han mostrado entusiasmados con los avistamientos, pues son visitantes que ofrecen una rara oportunidad de estudiar algo fuera de nuestro sistema solar.
Por ejemplo, si detectáramos precursores de la vida, como aminoácidos, en un objeto de este tipo, nos daría «mucha más confianza en que las condiciones para la vida existen en otros sistemas estelares«, aseguran los expertos
Con información de NTN24